El ayudante de sheriff que escondía a un sanguinario fuera de la ley

thumbs_west_46 untitled UHP-IND1449

Cuando James Brown Miller se instaló junto a su familia en la población de Pecos en el Estado de Texas, (ampliamente conocida en nuestros días gracias a los westerns) nadie podría imaginar que, tras el semblante serio de este hombre de gran estatura y elegante porte, se escondía uno de los más sanguinarios asesinos que tuvo el Viejo Oeste de finales del siglo XIX y principios del XX.

Y la sospecha era mucho menor si tenemos en cuenta que cuando llegó a esa ciudad comenzó a trabajar como ayudante del sheriff George A. Frazer, toda una autoridad en la zona que se ganó la admiración de sus conciudadanos al convertirse en un feroz perseguidor de forajidos.

A pesar de no haber sido uno de los ‘fuera de la ley’ más conocidos de su tiempo (el más famoso de la época fue Billy el Niño) sí que muchas crónicas lo señalan como uno de los asesinos con mayor sangre fría a la hora de ir aniquilando gente.

[Relacionado: Brushy Bill Roberts, el anciano que declaró ser ‘Billy el Niño’]

thumbs_west_02 silver_city_idaho_ghost_town pueblo_abandonado NORTE CONTRA SUR0002

Durante el tiempo que trabajó como ayudante del sheriff Frazer, Miller aprovechó su privilegiada condición para facilitar el trabajo a algunos delincuentes que robaban ganado o bancos mientras él hacía la vista gorda. Esto llevó a enemistarlo con su propio jefe, quien quiso pararle los pies en este doble juego que llevaba. Pero a pesar de arrestarlo y llevarlo frente a un juez unas cuantas veces, Jim Miller (como era habitualmente llamado) siempre salía indemne de cualquier acusación.

El motivo era la gran reputación con la que gozaba entre sus vecinos, quienes lo tenían por un hombre integro, debido a la imagen que proyectaba de hombre serio, ejemplar esposo y padre de familia, abstemio (no probaba ni una sola gota de alcohol ni fumaba) y que además acudía al oficio religioso en la Iglesia Metodista sin faltar ni una sola vez. Esto también le sirvió para ser conocido con el apodo de ‘Diácono Miller’.

may11-feature2-2 Fotos_del_Salvaje_Oeste (17) deacon_jim_miller349 BudFrazer banderas-guerra-de-secesion

A pesar de ser un despiadado asesino, James Brown Miller era un modélico esposo y padre de familia (Wikimedia  …Pero alrededor de Miller surgieron infinidad de leyendas y mitos, rozando lo real con episodios que muy posiblemente no habían sucedido, pero que agrandaba más a este peculiar personaje.

Una de esas leyendas extraordinarias era la inmortalidad de Jim Miller, quien tras enfrentarse en un buen número de ocasiones a otros pistoleros había recibido varios tiros y ninguno lo mató o hirió ¿la explicación a ello?… debajo de la levita que siempre vestía (sobre el pecho, Miller llevaba una placa metálica (a modo de chaleco antibalas) esto hizo que infinidad de ocasiones no pudiesen acabar con él (entre ellas una vez en la que se enfrentó en un tiroteo al sheriff Frazer.

También figura en algunas fuentes que, siendo un niño de ocho años, asesinó a sus propios abuelos, aunque no hay información demasiada fidedigna al respecto, pero este tipo de informaciones ayudaron a hacer más grande su leyenda.

De lo que sí existe constancia es de cuando a los 23 años mató a su cuñado (el esposo de su hermana) John Coop, a quien profesaba un terrible odio.

[Relacionado: La verdadera historia de los Hermanos Dalton]

10011189 220px-Killin_jim 020 55108__viejo-oeste-pasado-10

En 1900, James Brown Miller, junto a su esposa e hijos, se trasladó a vivir a Fort Worth (también en el Estado de Texas), en donde su mujer (Sallie) abrió una casa de huéspedes y él decidió ganarse la vida ofreciéndose como ‘asesino a sueldo’, cobrando 150 dólares por cada encargo realizado.

Su técnica de dar caza, a aquel que le señalaban que debía morir, era impecable, no teniendo ninguna piedad y matándolo a sangre fría y sin escrúpulo alguno.

Y aunque dejó numerosos muertos tras de sí, durante su vida lo arrestaron un buen número de veces, saliendo siempre sin cargos y declarado como ‘no culpable’. Con los años tan solo se pudieron demostrar doce asesinatos cometidos por Miller, aunque numerosas fuentes indican que podría haber sido cinco o seis veces más.

Pero en 1909 recibió un encargo el cual no podía rechazar, asesinar a Marshal Allen Augustus “Gus” Bobbitt, famoso empresario ganadero y ex diputado. Por llevar a cabo dicho crimen se embolsaría la nada despreciable cifra de 1.700 dólares (hay que tener en cuenta de la época en que se trataba).

Miller_hung_8x10

Imagen de Jim Miller (izquierda) colgado junto a sus compinches (Wikimedia commons)El 27 de febrero fue el día escogido por Jim Miller para llevar a cabo el asesinato y varios fueron los testigos directos que pudieron ver el rostro del asesino y poder así identificarlo ante las autoridades y posteriormente un juez, siendo Miller detenido y puesto a disposición judicial.

[Te puede interesar: La corta vida del Pony Express, el más rápido y eficaz servicio de mensajería norteamericano]

Pero la mañana del 19 de abril, mientras se encontraba encerrado a al espera del juicio, un grupo de encolerizados ciudadanos decidieron tomarse la justicia por su mano y lincharlos, accediendo hasta el lugar en el que se encontraba encerrado Miller y sus tres compinches. Se los llevaron a un establo que se encontraba detrás de la cárcel y allí los colgaron, poniendo fin a sus vidas y a la de un sanguinario fuera de la ley.

55371187_131706715267

En el momento de su muerte, James Brown Miller tenía 42 años.

Fuentes: americancowboychronicles / encyclopediaofarkansas / legendsofamerica

Fuente que utilizo:

http://es.noticias.yahoo.com

Deja un comentario